El tema del protagonista con aptitudes excepcionales en algún campo científico o deportivo, continúa siendo una fuente de inspiración recurrente para muchas historias que se acaban llevando a la gran pantalla. Existe algo innato en la naturaleza humana que nos hace disfrutar de aquellos semejantes que parecen tocados por la varita de los dioses, capaces de hacer algo que está al alcance de muy pocos o de nadie más. Esta veneración se vuelve incluso más notable cuando el prodigio en cuestión es un individuo joven, o incluso muy joven. Este es el caso de la película que hoy me gustaría comentar, Gifted, un drama familiar que gira en torno al increíble talento para las matemáticas de una niña de siete años.
Una alumna tardía.
Mary (Mckenna Grace) es una niña de mente inquieta que vive con su tío Frank (Chris Evans), un ex-profesor de Filosofía que se dedica a reparar lanchas en un pueblo costero en Florida (Estados Unidos). Tras el tormentoso fallecimiento de su hermana, Frank decidió dejar su trabajo en la universidad para ocuparse de la educación de su sobrina que, desde muy temprana edad, muestra un talento prodigioso para las matemáticas.
Sabedor de las posibles implicaciones de estas habilidades tan precoces, el mayor deseo de Frank es que su sobrina tenga una infancia lo más normal posible por lo que, tras mucho pensar, decide matricular a Mary en la escuela local para que pueda interaccionar con niños de su edad. Mary, cuya vida transcurre entre ecuaciones, su gato de un solo ojo Fred, y su adorada vecina Roberta (Octavia Spencer), ve como su pequeño gran mundo se desvanece y acepta de mala gana, iniciando su vida como niña normal.
Ambición contra corazón.
Como era de esperar, el talento de Mary rápidamente atrae la atención de Bonnie (Jenny Slate), su profesora, que intentará hacer lo posible para que su nueva alumna no se aburra en clase y pueda desarrollar su enorme potencial. Es así que desde el colegio proponen a Frank matricular a Mary en un centro especial donde su prometedora alumna pueda disfrutar de una educación más acorde a sus increíbles habilidades numéricas.
Frank, obsesionado con que Mary crezca como una niña más, se niega categóricamente a trasladarla a otra escuela. Sin embargo, este descubrimiento de Mary al mundo propiciará una encarnizada batalla legal por su custodia entre su tío Frank y su abuela Evelyn (Lindsay Duncan), que pretende que Mary alcance las altas cotas que deseaba para su hija antes de que esta falleciese.
Fríos números.
A pesar de la antipatía que despierta su personaje, es justo reconocer la actuación de Lindsay Duncan como la mejor entre los roles adultos de la película. Y es que el personaje de Evelyn emerge entre las sombras como la malvada madrastra del cuento. Calculadora y ambiciosa, es una matemática cuyos sueños de grandeza en la juventud se vieron truncados por la maternidad. Es por ello que, de igual forma que intentó cumplir sus exigentes metas a través de su hija, ahora intenta hacer lo propio con Mary. La madre de Mary y hermana de Frank era una matemática brillante que dedicó su vida a resolver uno de los siete Problemas del Milenio: las ecuaciones de Navier-Stokes.
Aunque la trama gira de manera inequívoca en torno al campo de las matemáticas, el espectador menos entusiasta de los números puede estar tranquilo. Las referencias científicas están excelentemente gestionadas y contribuyen a construir esa épica que acompaña a los personajes que, como Mary, presentan cualidades que traspasan las líneas de lo imaginable. Gifted es más un canto a la humanidad en contraposición a la ambición y el perfeccionismo desmesurado.
Niña prodigio.
Pero si hay algo por lo que merece ver esta película, es por la inolvidable actuación de Mckenna Grace como Mary. Personalmente, una de las mejores actuaciones infantiles que he visto en el cine. Y es que la joven actriz brilla con luz propia en cada escena en la que forma de partida, que son la mayoría. Divertida, traviesa, inteligente, sensible… Mckenna despliega todo un arsenal de recursos para dar credibilidad a un personaje ya de por sí complicado para un actor adulto experimentado.
Es posible que no llegue a la altura de la memorable actuación de Haley Joel Osment en The Sixth Sense (1999), en mi opinión una de las actuaciones infantiles cumbre del cine moderno, pero creo que merece al menos sentarse en la misma mesa. Como referencia adicional, pienso que el personaje de Mary guarda cierta similitud de registro con el de Sally Drapper, interpretado por Kiernan Shipka en la fabulosa serie Mad Men (2007). Otro personaje infantil que brilló en medio de un elenco repleto de estrellas adultas.
Dirigida por Marc Webb (500 Days of Summer) y envuelta por la hipnótica música de Rob Simonsen (Life of Pi, Moneyball, 500 Days of Summer…), Gifted es un efectivo drama familiar con multitud de ingredientes interesantes. Niña prodigio, matemáticas, tensiones familiares, juicios… La película es un autentico vaivén de emociones que a buen seguro tocará la fibra sensible, hasta de los más duros, en más de una ocasión. Con un mensaje que no se dice las suficientes veces ni lo suficientemente alto. La vida no es una ciencia exacta.
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¡La película que se ha montado! 