Hoy quería hablar de una película poco conocida de uno de los actores más prolíficos de Hollywood, Nicolas Cage, amado y odiado a partes desiguales. Hace poco cayó en mis manos una película protagonizada por él de la que ni siquiera había oido anteriormente. Reconozco que, pasada su época dorada, nunca he seguido muy de cerca su carrera. Sin embargo, la posibilidad de verle en un papel dramático y compartiendo protagonismo con el gran Michael Caine, me animó a darle una oportunidad a The Weather Man. Y no nos engañemos, tratándose del bueno de Nick y de una película más bien desconocida, es tirar a canasta desde el medio del campo. Hablemos un poco de este dramedy, que es un poco una rara avis en la filmografía del señor Cage.
Estrella de la televisión en crisis.
David Spritz (Nicolas Cage) es un exitoso hombre del tiempo que trabaja en una cadena local de Chicago. A pesar de no tener ni idea de meteorología, se mueve como nadie entre cromas y exhibe un gran carisma frente a la cámara, lo que le ha granjeado fama y envidias a partes iguales. Sin hacer demasiado esfuerzo, su trabajo le proporciona un generoso salario que le permite llevar una vida desahogada, pero también le supone numerosos menosprecios por parte de los ciudadanos de a pie, siempre al acecho del famoso de turno del que poder burlarse para aliviar sus propias frustraciones.

El éxito de David entre las cuatro paredes del estudio, también contrasta con su complicada vida privada. Separado de su familia, es incapaz de asumir que su mujer, Noreen (Hope Davis), se encuentra más cerca de lo que parece de rehacer su vida con su nuevo novio. Igualmente, David se encuentra inmerso en una cruzada personal para reconectar con sus hijos, que se encuentran navegando por las turbulencias de la adolescencia, así como para estar a la altura de las expectativas de su padre, Robert (Michael Caine), un escritor brillante que incluso llegó a ganar el premio Pulitzer.
La gran oportunidad.
En medio de esta crisis familiar y de autoestima, David recibe una importante oferta de una cadena de Nueva York para ponerse al frente de la información del tiempo en un programa a nivel nacional. Esta a priori buena noticia sumerge a David en un mar de dudas. Por un lado podría abrirle las puertas del reconocimiento por parte de su exigente padre de manera definitiva, pero por otro tendría que alejarse de sus hijos y terminar de asumir el fracaso de su matrimonio con Noreen. Ante este panorama, David decide huir hacia delante.

Y es que empieza a contemplar la oferta de Nueva York como una posibilidad de empezar de cero con su familia en una nueva ciudad ignorando, una vez más, la realidad de la relación con su mujer. Esta incertidumbre existencial de David se verá desbordada de manera definitiva por las adversidades a las que deberán hacer frente tanto su padre como sus hijos, enseñándole que la vida muchas veces es anteponer el bienestar de tu círculo más cercano a los anhelos personales. Mientras apoya a su familia, David experimentará la catarsis necesaria que le hará recuperar la confianza en sí mismo y el propósito en su vida.
Hombre de familia.
Como comentaba, el punto de convergencia de todas las subtramas de la película es el círculo personal más cercano del protagonista. David es un hombre de éxito en lo profesional, pero que sin embargo se encuentra en una auténtica encrucijada familiar. Acostumbrado a la comodidad que le proporciona su trabajo, David parece haber desarrollado una falta de autoestima casi patológica, que le impide saborear su éxito, adaptarse a la realidad de su matrimonio y confrontar a su padre. Así pues, la familia se convierte en un centro de aprendizaje obligado para un David que en el pasado parece no haber dedicado el tiempo necesario a sus relaciones personales. El núcleo familiar es el principio y el fin de su vacío existencial.

Ante las dificultades experimentados por su familia, David se ve obligado a abandonar su habitual indiferencia y ponerse en modo padre/hijo modelo. Y no es para menos, ya que a pesar del tono mayoritariamente amable de la película, The Weather Man explora problemáticas tan serias como el bullying, el acoso sexual o la confrontación de la enfermedad de un ser querido. En el apartado familiar, es bastante destacable el trabajo de un tímido Nicholas Hoult (About a Boy, A Single Man, Warm Bodies) y de una desubicada Gemmenne de la Peña (Erin Brockovich) como Mike y Shelly, los hijos de David. Sin embargo, en mi opinión la mayor atracción de la película es el duelo interpretativo entre Nicolas Cage y Michael Caine, que dan color a una complicada relación padre-hijo de familia acomodada.
Una pequeña joya escondida.
Como adelantaba al principio, estamos ante una película de Nicolas Cage no demasiado conocida para el gran público. Estoy bastante seguro que entre su filmografía la mayoría recordará The Family Man, pero muchos menos habrán casi ni oido hablar de The Weather Man. A pesar de la similitud de los títulos, la primera película es un drama romántico comercial, mientras que la segunda es un dramedy con tonos oscuros más cerca de la estantería de cine independiente. Ambas películas, sin embargo, ponen a la familia en el epicentro de la trama, y a Nicolas Cage como cabeza de familia protagonista. Salvando las distancias, son las dos caras de una misma moneda.

Si hablamos de la filmografía del incombustible Nicolas Cage, aunque como adolescente disfrutaba con sus clásicos de acción (Con Air, Face/Off, Snake Eyes, Gone in 60 seconds, etc.) con los años me he quedado solamente con sus trabajos más dramáticos o con tramas algo más reposadas (Leaving Las Vegas, 8mm, Matchstick Men, Adaptation…). Sin duda que The Weather Man se encontraría en este segundo grupo, mostrando a un Nicolas Cage que, cuando quiere, sabe escoger sus papeles para demostrar sus cualidades actorales sin necesidad de pasar la película entre disparos, explosiones y persecuciones.
Una película sin grandes pretensiones ni nominaciones a grandes premios, pero que ofrece un retrato de crisis de los 40 sin paños calientes y alejada de los clásicos clichés. Por los problemas que aborda, sin duda estamos ante una comedia dramática a veces más dramática que cómica, pero que hará las delicias de los fans del Nicolas Cage menos comercial. Aunque solo sea por verle en un papel dramático junto al gran Michael Caine, la sesión de sobremesa está garantizada. La vida, como el clima, requiere permanente adaptación a las circunstancias: abrigo en invierno y pantalón corto en verano.
Podéis verla en Amazon Prime Video