Este día me suena: Groundhog Day (1993)

Hoy quiero hablar de una película muy especial. Una de esas películas que aunque no tuvo demasiado éxito en su estreno, hoy puede presumir de ser una de las comedias más populares de todos los tiempos, así como una de las obras cumbre de Harold Ramis y Bill Murray. Película graciosa y entretenida que además invita a la reflexión sobre diversos temas trascendentales, como el paso del tiempo, el sentido de la vida o la justicia del llamado karma. Pocas veces una trama que muchos hubieran enfocado hacia la ciencia ficción pura y dura, fue ejecutada de manera tan sencilla y convertida en una comedia de situación tan ampliamente imitada en el cine moderno. Con ustedes, el auténtico e inigualable Día de la Marmota.

Una tradición peculiar.

La historia se centra en Phil Connors (Bill Murray), un hombre del tiempo que trabaja en una cadena de televisión en Pittsburgh y que es un auténtico divo. Y es que Phil no es una persona que despierta demasiada simpatía entre sus compañeros de trabajo, a los que trata con arrogancia y desprecio, y que son víctimas frecuentes de su mal humor. Encarna como nadie el prototipo de estrella del rock que cree merecer mucho más de lo que tiene, obsesionado con el siguiente gran paso en su carrera, e incluso permanentemente alimentando los rumores de su posible fichaje por otra gran cadena de televisión. En definitiva, un insoportable de manual.

Despertando a la marmota

Uno de los puntos álgidos del año en la vida profesional de Phil, es su visita del 2 de febrero a Punxsutawney (Pensilvania), a fin de retransmitir en directo el festival del Día de la Marmota que tiene lugar en dicha localidad. Este festival tiene como evento principal la predicción del fin del invierno tras observar la salida de la hibernación de una marmota. A pesar del carácter divertido de este festival, no es algo que el cascarrabias de Phil disfrute en absoluto. Sólo lo cubre para seguir alimentando su ego y visibilidad en los medios, y la realidad es que está pensando en volver a casa incluso antes de iniciar su camino hacia Punxsutawney.

¿Qué está pasando aquí?

Una vez terminado el festival, Phil y el resto de la plantilla desplazada, el cámara Larry (Chris Elliott) y la productora Rita (Andie MacDowell), se disponen a volver a Pittsburgh, pero una fuerte tormenta de nieve obliga a la tropa a volverse a Punxsutawney para pasar la noche a la espera de que mejore el tiempo. Ni que decir tiene lo mal que se lo toma un malhumorado Phil que ve como su agonía se verá prolongada unas horas más como consecuencia de, paradojas del destino, una tormenta que ni él mismo ha podido predecir.

Rita, ya he vivido este día

Sin embargo, el pobre Phil no anticipaba que lo peor estaba por llegar. Y es que al amanecer al día siguiente, se da cuenta de que está atrapado en un bucle temporal, de manera que amanece cada mañana en el día anterior, el 2 de febrero, en su hotel en Punxsutawney, teniendo que revivir el festival de la marmota una y otra vez. Phil trata de buscar explicaciones con Larry y Rita, e incluso acudiendo a especialistas, pero él parece ser el único que conserva la memoria de haber vivido ese día previamente, lo que genera una tremenda frustación en una persona con un carácter ya de por sí complicado.

Aceptación y libertinaje.

Pasados unos días de perplejidad en su particular cárcel del tiempo, Phil parece que empieza a aceptar la realidad de su nueva vida llevando el hedonismo al extremo. Y es que si bien la cabeza de Phil puede acumular todos los recuerdos que tienen lugar en el bucle temporal, su estado físico parece reiniciarse cada día al que tenía a las 6 de la mañana del 2 de febrero, de manera que ponerse ciego de comida rápida y cualquier porquería deja de ser un problema para él.

Soy el sheriff de esta ciudad

Igualmente, Phil decide sacar ventaja de su permanentes reseteos temporales en favor de su vida amorosa. Y es que tiene todo el tiempo del mundo para acumular infinidad de detalles de las personas que tiene a su alrededor, a fin de satisfacer al máximo sus gustos para así poder llegar a su corazón. Tras varias aventuras pasajeras, Phil pone sus ojos en su compañera Rita, con la que llega a entender que el amor es más que saber todo sobre la otra persona. En este sentido, las reiteradas negativas de Rita sólo se ven empeoradas por el hecho de que Phil cada vez se encuentra más enamorado de ella.

Depresión.

Dadas las circunstancias y ante la imposibilidad de seducir a Rita, Phil parece asomarse peligrosamente a un abismo de desamor eterno. Totalmente frustado, empieza a asumir que su destino es permanecer atrapado en el tiempo en Punxsutawney, y encima sin poder conseguir al amor de su vida. De esta forma, Phil entra en una fase de desánimo crítica que le lleva a pensar en quitarse la vida para así terminar con una existencia de miserias embuclado.

Phil con la marmota Phil

Sin embargo y para su sorpresa, Phil descubre que sus reinicios diarios van más allá de amanecer sin rasguño alguno. Y es que literalmente no puede morir, por lo que tras cada tentativa de suicidio, sigue despertándose como cada mañana con su pijama azul en el hotel. Así pues, cualquier intento de Phil por tirarse por la ventana, estrellarse con un coche o electrocutarse en la bañera, sólo tiene como resultado una prematura vuelta al inicio del 2 de febrero en su ya largamente odiada Punxsutawney.

El Phil bueno.

Sin duda que toda una eternidad atrapado en un día que se rebobina constantemente, da para pensar mucho. Consecuentemente, llega un momento en el que Phil asume definitivamente su situación y desiste de su enfado con el mundo por tan aciago destino. De esta forma, decide iniciar todo un proceso de crecimiento personal que le facilite conectar con el resto de personas. En su recurrente atasco temporal, Phil llega a aprender idiomas, tocar el piano, medicina e incluso esculpir estatuas de hielo. Y como su tiempo de aprendizaje es infinito, se convierte en un auténtico virtuoso de cualquier disciplina en la que decide adentrarse.

He aprendido a hacer esto

El lado más positivo de esta vertiente renacentista de Phil es que deja completamente de lado su arrogancia crónica. Y es que ahora su objetivo no es otro que el de formar parte de la comunidad de Punxsutawney, ayudando en lo que puede a sus habitantes. De esta forma, Phil utiliza su conocimiento en evitar desgracias y hacer más entretenidas las vidas de sus ahora queridos convecinos, convirtiéndose en la personalidad más famosa de la ciudad, aunque sólo sea en ese fatídico 2 de febrero. ¿Será este el inicio de una vida plena y feliz para el bueno de Phil?

Calidad sobre cantidad.

A pesar del evidente carácter cómico de esta película, siempre que la revisito no puedo evitar realizar ciertas reflexiones más trascendentales. Y es que Groundhog Day omite durante todo su metraje cualquier tipo de pista sobre el origen del rebobinado diario en el que Phil se ve sumido. En mi opinión, la disyuntiva espacio-temporal planteada por la película plantea cuestiones de un carácter metafísico y filosófico más allá del tono cómico predominante durante todo su transcurso. Y creo que he visto pocas comedias (o ninguna) que me hayan dejado pensando tanto cuando las risas han terminado.

Ojalá pudiese despertarme a tu lado

Lo primero en lo que uno puede pensar como causa del bucle temporal de Phil, es la acción de algún tipo de justicia divina, o karma para los menos religiosos. Da la impresión de que el universo quiere castigar a Phil de alguna manera por su insoportable manera de ser con los demás, introduciéndole en un limbo existencial para hacerle recapacitar y convertirse en mejor persona. Además, esta acción del karma viene iniciada por una tormenta de nieve que, paradójicamente, es lo que deja a Phil, el todopoderoso hombre del tiempo, atrapado en su purgatorio particular del festival de la marmota, que además también se llama Phil. El colmo de la burla y la humillación.

Otra de las grandes reflexiones que el espectador puede sentirse tentado a hacer, es la de la mortalidad humana. Phil está atrapado en el 2 de febrero rodeado de gente, pero en realidad está solo. Esta soledad queda ilustrada por el hecho de que es el único que recuerda haber vivido ese día previamente. A pesar de que tiene tiempo inifinito y puede hacer lo que le plazca, el hecho de no poder compartir su situación con nadie de un día para otro, le termina volviendo miserable. Pienso que la película defiende un mensaje de bondad, humildad y comunidad como valores a profesar para una vida plena, por delante de la posibilidad de una vida eterna. Un tiempo de vida infinito, sin más, no es la respuesta.

Detrás de las cámaras.

Tal como se adelantaba al inicio, si bien la película tuvo críticas generalmente positivas, el éxito tras su estreno fue más que modesto. La mayor gloria se la llevó un guión tan sencillo como original a cargo de Harold Ramis y Danny Rubin, y que llegó a cosechar un BAFTA. La popularidad de la obra fue creciendo con el paso de los años, llegando incluso a formar parte del AFI’s 10 Top 10, como una de las 10 mejores películas estadounidenses de la historia en la categoría de Cine Fantástico (casi nada). Hoy en día, la expresión esto parece el día de la marmota, asociada a la repetición de un suceso rutinario aborrecedor, forma parte de la cultura popular, siendo su uso habitual en cualquier conversación informal.

Otra vez Ned, el viejo conocido

A pesar de la desternillante comedia presente durante toda la película, Groundhog Day tiene el dudoso honor de haber sido la responsable de romper de manera casi definitiva la amistad forjada durante años de colaboraciones de Harold Ramis y Bill Murray. Los dos monstruos de la comedía, que ya habían formado tándem en películas de éxito como Meatballs, Caddyshack o Ghostbusters, tuvieron fuertes diferencias creativas durante toda la película. Llegando incluso a las manos durante el rodaje, a la finalización del mismo dejaron de hablarse durante décadas. Sólo la grave enfermedad de Ramis hizo posible la reconciliación de ambos en una visita de Murray poco antes de su muerte en 2014.

Influencia.

La idea original de la película, con ese bucle temporal que tiene atrapados a los protagonista en un mismo día, ha servido de inspiración a infinidad de obras posteriores de muy diversos géneros, desde la clásica comedia romántica (50 First Dates, con Drew Barrymore y Adam Sandler) hasta la ciencia ficción más pura (Source Code, con Jake Gyllenhaal y Michelle Monaghan).

Somos grandes, Larry

Recientemente se ha estrenado un remake con un aire más modernete. Se trata de Palm Springs (2020), una comedia romántica protagonizada por Andy Samberg y Cristin Milioti (la madre de How I Met Your Mother), que cuenta además con el siempre efectivo J. K. Simmons como secundario. El argumento es prácticamente un clon de Groundhog Day, pero sustituyendo como escenario el festival de la marmota en Punxsutawney por una boda en Palm Springs. Seguramente no pasará a la historia del cine, pero reconozco que su particular enfoque de la idea original de Harold Ramis y Danny Rubin me resultó entretenida. Se deja ver.

Sin duda que Groundhog Day es ese tipo de película que debería estar en el botiquín cómico de cualquier cinéfilo. Una película capaz de arrancarte una sonrisa en cualquier momento, sin importar si es la primera o la decimocuarta vez que la ves. En mi opinión, uno de los mejores ejemplos de argumento original para hacer una película redonda, sin necesidad de grandes presupuestos o artificios al más puro estilo Hollywood. Hasta mañana a las 6:00 am.

Podéis verla en Amazon Prime Video

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