Como apasionado de la informática, me encantaría decir que tengo infinidad de referencias en televisión o cine con las que realmente llego a conectar. Lamentablemente, no es el caso, y son muy escasas las películas o series que me han llegado a emocionar en este sentido. Eso sí, mi favorita la tengo muy clara, y no es otra que la magnífica Halt and Catch Fire, una especie de Mad Men sobre el comienzo y posterior boom de la industria de los ordenadores personales, situada en los Estados Unidos de los años 80-90, primero en Texas y luego en San Francisco.
Y es que creo que hay pocas ficciones que muestran un retrato tan fidedigno de la realidad histórica en la que se sitúan. En este artículo, quería centrarme sobre todo en aquellos hechos relevantes propios de aquella época en la que la industria de los computadores explotaba de manera definitiva para meterse en las vidas de millones de personas. Eso sí, antes de nada quería describir brevemente a los personajes principales a los que haré referencia en algunos momentos para enlazar con situaciones concretas dentro de las cuatro temporadas de la serie.

Los protagonistas.
- Joe MacMillan (Lee Pace), el visionario y tiburón de producto que hará lo que sea necesario para conseguir el producto definitivo que le posicione como líder de la industria. Una bomba de relojería, para lo bueno y para lo malo.
- Cameron Howe (Mackenzie Davis), la virtuosa programadora de carácter anárquico y poco amiga de las grandes corporaciones. Con tendencia a perseguir proyectos más personales, resulten exitosos o no.
- Gordon Clark (Scoot McNairy), el talentoso constructor de computadores. Un genio del hardware con poco carácter cuya única obsesión es construir sus propios ordenadores personales.
- Donna Clark (Kerry Bishé), otra brillante ingeniera especializada en hardware, y que está casada con Gordon. Sus habilidades van más allá de trabajar con placas y soldadores, y su carrera rápidamente girará hacia labores más directivas.
- John «Bos» Bosworth (Toby Huss), el carismático hombre de negocios curtido en mil batallas, con un encanto especial para engatusar con sus divertidas historias hasta al más estirado de los directivos.
Primeras compañías construyendo PCs.
La primera temporada de la serie arranca en la empresa fictícia Cardiff Electric, en Texas, con nuestros protagonistas embarcados en un proyecto para construir un ordenador portátil que compita con los modelos de IBM de la época, absoluto dominador del mercado.
Joe lo tiene todo planeado. Primero embauca a Gordon para hacer ingeniería inversa de la BIOS de los PCs de IBM. Tras litigar con IBM por robo de propiedad intelectual, Joe contrata a Cameron para que sea la encargada de programar la BIOS de su nuevo ordenador, mientras que el propio Gordon se encargará de construir la máquina en sí. Por supuesto, para ser competitivos necesitan que su nueva creación, The Giant, sea más rápida y más barata que los modelos ya existentes en el mercado. ¿Imposible? Para nuestros protagonistas no hay casi nada imposible.

Ferias de tecnología.
Uno de los momentos cumbres de la primera temporada y, para mí, de toda la serie, es la primera asistencia de los protagonistas a la COMDEX para promocionar The Giant. Se trataba de una feria de tecnología en Las Vegas que existió de verdad y que, viendo fotos y diversa documentación que puede encontrarse por Internet, está increíblemente recreada, como casi todos los elementos de época mostrados en la serie. Empresas, expertos y fanáticos compartiendo espacio durante varios días en una maratón de demostraciones de productos y nuevas tendencias.
Interesante el toque de exclusividad del que algunas compañías se valían para generar más hype entre sus seguidores, organizando after-parties en las suites de los hoteles donde se alojaban, realizando demostraciones de producto más informales. Joe se maneja como nadie en este marketing de guerrilla, para el que incluso no duda en invitar a las estrellas de cine porno de una conferencia también celebrada en la ciudad durante esos días.

Los capítulos en la COMDEX harán sentir como en casa a muchos techies, habituados a este tipo de eventos. Y es que todo este tipo de ferias con expositores y empresas promocionando sus productos, han sido una constante desde los inicios de la industria del ordenador personal, hace ya décadas.
Startups.
El mundillo de las startups tiene bastante protagonismo durante la mayor parte de la serie y, diría que especialmente, durante la segunda temporada, muy centrada en las peripecias de Mutiny, la startup de videojuegos online fundada por Cameron y para la que pronto recluta para la causa a Donna y Bos.

Esta etapa recrea de manera muy clara el famoso mantra work hard, play hard. Apasionados de la programación trabajando sin reloj en proyectos rompedores, en un entorno dominado por la cafeína, la estética nerd y las actividades de teambuilding más divertidas y ocurrentes. Todo ello sin saber si en un par de semanas lo mismo tienen que cerrar el chiringuito si se acaba el dinero.
El fenómeno de startups tipo Facebook, que a partir de unos pocos desarrolladores de software buscan crear un producto atractivo que atraiga a inversores, es algo muy característico de la industria informática desde sus inicios. Es también el fenómeno que mejor refleja el carácter pasional y kamikaze de muchos profesionales del sector que creen en lo que hacen, por disparatado que a veces pueda parecer, y asumen el riesgo de que su idea pueda llegar a no triunfar nunca.
Cultura de garaje.
El mito de los emprendedores iniciando un negocio desde el garaje de su casa, también tiene cabida en esta serie, muy centrada en la explosión de la industria informática en Silicon Valley. En el imaginario colectivo permanecen las historias de parejas como Gates-Allen o Jobs-Wozniak, que crearon auténticos monstruos de empresas comenzando a trabajar en sus garajes, con unos cuantos trastos y grandes dosis de ambición.
Una vez se disuelve Cardiff Electric, la empresa en la que coinciden en primer lugar nuestros protagonistas, Gordon decide retirarse un tiempo y centrarse en la construcción de su propio ordenador personal, reclutando a varios amigos ingenieros para trabajar en el garaje de su casa. A cualquiera que haya leído un poco sobre la historia de estos primeros emprendedores, la recreación en la serie seguramente le parecerá muy auténtica y fiel reflejo de ese gen competitivo e innovador que caracterizaba a estos pioneros.

Seguridad y antivirus.
La llegada de los servicios online trajo consigo el nacimiento de otra lucrativa industria en el sector, que no es otra que la de la Seguridad Informática. En estos primeros compases de la industria del PC, en los años 80-90, las redes eran lugares inseguros (incluso más de lo que lo son hoy). Los programas maliciosos se pusieron a la orden del día y las compañías tuvieron que empezar a preocuparse por la integridad de sus sistemas.
De vuelta a las aventuras de nuestros protagonistas, este momento de explosión de la industria de la seguridad viene introducido por la accidental creación de un malware por parte de Gordon. Y es que el bueno de Gordon sólo pretendía ayudar a Mutiny, la empresa de Cameron y su mujer Donna, con un programa que mapease su red. Sin embargo, las consecuencias de la ejecución de su programa terminan por afectar gravemente a la infrastructura de Mutiny, poniendo en peligro la continuidad de su negocio.
Como puede suponerse, este incidente afectará gravemente la relación de Gordon con Cameron y Donna, por lo que Gordon, para intentar resarcirse, decide crear un programa que arregle el desaguisado. Programa que una vez que llegue a las manos del avispado de Joe, se convertirá en la piedra angular de su nueva empresa de seguridad, MacMillan Utility, ilustrando de manera inequívoca el nacimiento de las compañías de antivirus.

Mainframes y time-sharing.
Otro de los hitos de la industria, excelentemente ilustrado durante la serie, es el uso de mainframes, ordenadores de gran capacidad que podían dar servicio a múltiples usuarios de manera concurrente. Con la popularización del ordenador personal, muchas compañías y usuarios empezaban a necesitar el servicio de empresas externas que vendían el tiempo de proceso de sus mainframes, naciendo así el lucrativo negocio del time-sharing. Se trata de un fenómeno que precede a lo que hoy conocemos como cloud computing.
En el caso de Joe, una vez abandona Cardiff Electrics, decide aceptar de mala gana un trabajo en la empresa de su suegro, Westgroup Energy, dedicada a la energía y con una cultura informática bastante arcaica. Sin embargo, a Joe le cambia la cara cuando descubre los impresionantes mainframes en poder de la compañía, absolutamente infrautilizados.

Joe acude entonces a Gordon para que se ocupe de todo el cableado y configuración para poder explotar dichos computadores con la fórmula de time-sharing, a lo que Gordon accede a cambio de que ofrezca una buena oferta de servicio a Mutiny, que entonces atraviesa graves problemas económicos y de infrastructura.
Videojuegos.
Sin duda, uno de los grandes temas recurrentes de la serie, y presente a lo largo de todas las temporadas de la misma. Y es que la industria de los videojuegos fue una de las grandes triunfadores con el despegue de la industria informática. ¿A quién no le gusta echarse unas buenas partiditas cuando llega a casa?
La pasión por el mundo de los videojuegos queda excelentemente reflejada en Cameron, un genio de la informática cuya mayor motivación se encuentra en los videojuegos, bien sea programándolos, bien sea jugándolos. Aparte de Mutiny, Cameron trabajará más adelante en empresas como Atari, llegando incluso a mudarse a Japón para ello. Cameron gozará de gran reputación en la industria del videojuego, si bien su carácter rebelde e individualista le conllevará algún que otro fracaso y confrontación con profesionales del sector.
En diversas partes de la serie se puede ver a Cameron jugando con máquinas arcade en salas de recreativas, o en casa de Gordon, otro gran viciado, con las primeras consolas de Nintendo. Juegos emblemáticos, como el Super Mario Bros, hacen acto de presencia en la serie. Incluso en la parte más tardía de la serie, ya en los años 90, se llega a mostrar alguna Play Station de Sony.

Internet.
Por supuesto, tratándose de una serie centrada en la eclosión de la industria de los ordenadores, no podían pasar desapercibidos los primeros pasos de Internet. Tras fundar MacMillan Utility, Joe pronto pone sus ojos en lo que para él será la próxima revolución: las redes de comunicaciones para conectar ordenadores alrededor de todo el mundo.
Con la ayuda de Ryan, un brillante ex-Mutiny, Joe investiga las posibilidades de la ARPANET, momento en el que descubren la NSFNET, una red no aprobada aún para uso comercial. Ambas redes son consideradas parte importante del embrión que más tarde derivaría en lo que hoy conocemos como Internet.

Venture capitals.
Las venture capitals o empresas de capital riesgo son empresas que realizan inversiones económicas sobre startups en base a la perspectiva de éxito que se les prevé. En el caso de Halt and Catch Fire, este mundillo viene introducido por Donna, una ingeniera brillante que también demuestra excelentes habilidades para la gestión de proyectos y compañías.
Tras separarse profesionalmente de Cameron en Mutiny, y divorciarse de su marido Gordon, Donna acaba trabajando en una empresa de capital riesgo, conviertiéndose en una auténtica killer respetada y temida a partes iguales. En esta nueva Donna se refleja de manera inconfundible el espíritu de este tipo de compañías, que invierten grandes sumas de dinero para obtener beneficios aún mayores, y donde no hay lugar para la compasión o el sentimiento, sólo para financiar proyectos ganadores destinados a revolucionar el mercado.

Navegadores y buscadores.
Al mismo tiempo que Internet comenzaba a ser una realidad, el siguiente paso era estructurar la información a través de todos los ordenadores conectados a la red de redes. Tras las desventuras de nuestros protagonistas en Mutiny y MacMillan Utility, Donna reúne nuevamente a toda la pandilla para idear algún proyecto relacionado con la World Wide Web, cuyo comienzo se estaba gestando entonces en el CERN de Suiza.
A pesar de que Gordon mantiene una buena relación con su ex-mujer Donna, no ocurre lo mismo entre Donna y Cameron, cuyas rencillas tras el episodio de la IPO de Munity parecen imposibilitar que ambas vuelvan a trabajar juntas. Dadas las circunstancias, Donna abandona el grupo y decide afrontar el desafío desde su empresa de capital riesgo. Joe, Gordon y Cameron parecen alcanzar un principio de acuerdo para desarrollar un navegador web, con Cameron colaborando desde Japón.
Finalmente, Donna parece imponerse en este primer asalto lanzando primero al mercado Mosaic, el navegador respaldado por su empresa de capital riesgo. Comenzará entonces la batalla por los buscadores web. Para esta nueva aventura, Joe y Gordon fundan la startup Comet, a fin de crear un directorio web con las páginas más relevantes, mientras que la empresa de Donna respaldará a la compañía Rover, a fin de aprovechar su tecnología en el campo de la medicina, para la indexación web.

En el ocaso de esta competición por la supremacía en la búsqueda web, la serie incluso hace referencia a la aparición del navegador Netscape, así como a uno de los buscadores más importantes de aquella época, Yahoo! Ambos productos terminarán con las aspiraciones de nuestros protagonistas en este campo, obligándoles a dar un nuevo giro a sus carreras.
Bonus track: lectura recomendada.
Recuerdo que la primera vez que me embarqué en esta serie (que habré visto 3 o 4 veces ya), coincidió que estaba leyendo Fire in the Valley, una maravilla de libro que relata todos los entresijos del nacimiento de la industria del PC, con todo tipo de detalles del cuándo y cómo de las principales compañías y personalidades de la época. Cuando veía la serie, era como poner imágenes a muchos de los hechos relatados en el citado libro que, dicho sea de paso, también recomiendo encarecidamente.
Halt and Catch Fire es, en mi opinión, una auténtica joya de serie que cuenta con una excelente recreación para la historia que narra. He hablado un poco de algunos de los puntos más relevantes de la época en la que se desarrolla, pero la serie repasa tal cantidad de detalles que necesitaría varios posts más para hablar de todos ellos. ¿Y a vosotros? ¿Qué os pareció esta serie? ¿Pensáis que fue injustamente infravalorada en su época?
Podéis verla en AMC