Leyendas no tan urbanas: The Bill Murray Stories (2018)

Hace unos años que Internet viene facilitando la difusión de todo tipo de historias en torno al gran Bill Murray apareciendo espontáneamente en medio de la vida normal de desconocidos, en sitios tan dispares como un parque, un bar, un karaoke o un partido de béisbol. Muchas de ellas suelen estar respaldadas por algún tipo de prueba documental en forma de selfie o video. Sin embargo, otras son tan random que resultan difíciles de creer sin una investigación un poco más exhaustiva. En este documental se entrevista a testigos presenciales de algunas de estas historias, así como a diversas personalidades que profundizan en el Bill Murray persona y en su afición a formar parte de la vida de personas normales.

Dejadme que os de un consejo

Dirigido y editado por Tommy Avallone, este documental emprende un viaje por diversos lugares de Estados Unidos en los cuales se han reportado avistamientos de Bill Murray en medio de alguna escena cotidiana. Hay diversas páginas en Internet en las que fanáticos de Bill documentan estos sucesos, siendo sin duda una de las más conocidas billmurraystory.com que, dicho sea de paso, está bastante bien. La recomiendo como complemento a este documental o incluso como calentamiento previo si no estás familiarizado con el tipo de apariciones del bueno de Bill en medio de la vida normal, como cualquier otro ciudadano de a pie.

Nos casamos con Bill

Como fan de Bill Murray, reconozco que había oído hablar de alguna que otra de las historias relatadas en este documental. Aún así, mi afición se centra más en su carrera cinematográfica y la verdad es que nunca había indagado en este tipo de leyendas urbanas. Y si te gusta Bill Murray, viendo este documental uno se da cuenta de que es imposible no querer a este tipo, incluso más allá de sus icónicas actuaciones en la gran pantalla.

Te invito al béisbol

Bill invitando a una fan que merodea el estadio a ver un partido de béisbol. Bill lavando los platos en una fiesta de estudiantes. Bill troleando la sesión de fotos de una pareja de prometidos. Bill uniéndose a la fiesta de cumpleaños de la abuela de un desconocido. Bill poniéndose a los mandos de un bar detrás de la barra. La lista es interminable, pero todas estas historias tienen como elemento en común a Bill compartiendo tiempo y risas con personas normales, como uno más, totalmente despojado de cualquier posible aura de leyenda de Hollywood que uno le pudiera suponer.

Tocando la pandereta en una fiesta

Y es que detrás de la imagen de mito de la comedia, se esconde un actor que ni siquiera tiene representante o agente. Bill sólo dispone de un contestador automático cuyos mensajes revisa cuando le parece oportuno. Resulta sorprendente escuchar, por ejemplo, el relato de la directora Sofia Coppola cuando intentaba contactarle, a través de dicho contestador, para que participase en Lost in Translation. Imagino que no fue el proceso más ágil, pero doy gracias que finalmente se pudo dar ese contacto que a la postre nos regaló, sin duda, una de la mejores películas de las carreras de ambos.

Paseillo a cámara lenta

Junto con el recorrido de las ya legendarias historias de Bill, encontré muy interesante el testimonio de personas que han trabajado o han sido cercanas al actor tratando de explicar el porqué de esta actitud del cómico que, a diferencia de otras celebridades, en lugar de rehuir a los mortales comunes, disfruta uniéndose a ellos para pasar un buen rato.

Leyendo poesía a un grupo de obreros

Me encantó un punto en el que coinciden muchos, y es que no es sólo que el tipo sea una persona divertida e improvisadora por naturaleza, sino que probablemente es consciente de lo mucho que puede suponer para alguien normal compartir unos momentos con Bill Murray, así como lo poco que le supone a él prestarse a ello. Yo añadiría también que creo sinceramente que en el fondo se lo pasa mejor él que los desconocidos que alucinan en colores cuando le ven irrumpiendo en sus vidas.

Jugando en el parque

Un documental sobre el Bill Murray más terrenal que, tal como comentaba, hará imposible no quererle, tanto a fans como a gente que le conozca menos. Como puede suponerse, no es un documental sobre una estrella de cine, sino sobre personas pasando un buen rato con otras personas, sin importar lo famosa que sea cada una de ellas. Me encanta la sensación de pensar que si un día se decide a dar una vuelta por mi ciudad, lo mismo me lo encuentro en cualquier situación normal…y lo mismo se me une. Aunque nadie me creería. Grande Bill.

Podéis verla en Amazon Prime Video

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