La vida de Sutter (Miles Teller) es el ejemplo de adolescente que vive el momento sin mirar más allá. Tiene una novia que le vuelve loco, trabajo para sacarse un dinerillo, coche y es el alma de todas las fiestas. Su rutina perfecta se empieza a tambalear cuando su novia Cassidy (Brie Larson) decide romper con él después de un inocente malentendido. Lejos de lamentarse por la ruptura, Sutter continúa con su desfile de noches de fiesta hasta que una mañana despierta en medio de un jardín lejos de su casa. En ese momento conoce a Aimee (Shailene Woodley), con la que empezará a verse mientras permanece atento a una posible reconciliación con Cassidy.
Tercera película del director James Ponsoldt, que contó con un prometedor reparto de jóvenes protagonistas y con secundarios de auténtico lujo. Entre estos últimos, destacar a los padres de Sutter (Jennifer Jason Leigh y Kyle Chandler) y al dueño de la tienda de trajes en la que trabaja (Bob Odenkirk, el abogado Saul Goodman en Breaking Bad y Better Call Saul). Indudablemente, la película supuso un auténtico trampolín para lo que le llegó después al joven trío protagonista. La película está basada en el libro del mismo nombre, escrito por Tim Tharp y publicado en 2008 (y que también recomiendo).
Sutter y Cassidy forman el tandem perfecto hasta que un desafortunado incidente termina de abrir los ojos de una Cassidy que, centrada en su futuro universitario, se cansa de la falta de seriedad y permanente estado de embriaguez de Sutter. En ese momento entra en escena Aimee, una tímida estudiante del mismo instituto que Sutter ni siquiera recordaba. Aunque inicialmente Sutter y Aimee parecen polos opuestos, poco a poco van encontrando un punto en común en la confrontación que ambos deberán tener con sus respectivas madres.
Capítulo aparte, en mi opinión, merece la banda sonora, en absoluta comunión con el tono de cada escena. Compuesta por el gran Rob Simonsen, autor de otras muchas bandas sonoras relevantes (500 Days of Summer, Moneyball, Life of Pi, The Way, Way Back, Gifted, Tully, etc). Es otra con las que suelo acompañar algún que otro paseo. Alegre y festiva en los momentos de plenitud de Sutter, más pausada y melódica en los momentos más dramáticos y de tensión de la trama.
Algunos pensarán que es la típica comedia adolescente tipo quién se enrolla con quién, pero nada más lejos de la realidad. Es verdad que la trama principal se apoya en el triángulo Sutter-Cassidy-Aimee, pero el trasfondo de la historia tiene mucho más contenido. Y no es otro que el paso de la adolescencia a la edad adulta que están encarando sus protagonistas, teniendo que afrontar situaciones que les abrirán los ojos al camino que quizás deben tomar en su siguiente etapa en la vida.
Las actuaciones me parecen brillantes, con personajes excelentemente definidos. No podría destacar sólo a uno de los actores porque creo que todos realizan unas actuaciones espectaculares. No sólo es mi película de adolescentes favorita. Es una de esas películas que me encanta y veo cada cierto tiempo. Inspiradora, en cierto sentido, puesto que todos afrontamos una permanente madurez en la vida que nos hace evolucionar, al igual que el bueno de Sutter. Carpe diem, pero con cabeza.
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¡La película que se ha montado! 