Shaun (Simon Pegg) es un treintañero que trabaja en una tienda de televisores y vive con su mejor amigo, Ed (Nick Frost). Su falta de interés y pasividad ante la vida están acabando con la paciencia de su novia, Liz (Kate Ashfield), que le exige cambios para intentar reflotar su maltrecha relación. Para arreglar su vida amorosa, Shaun tendrá que luchar no sólo contra los amigos de Liz, que piensan que se merece algo mejor, sino contra la apocalípsis zombi que está a punto de estallar.
Primera película de la llamada trilogía Cornetto (Three Flavours Cornetto trilogy), dirigida por Edgar Wright y co-protagonizada por Simon Pegg y Nick Frost. El nombre se debe a que un helado Cornetto de cada sabor es mostrado en cada una de las tres películas (estáte atento). Es también la serie de películas que lanzaron al estrellato de la comedia a su tandem protagonista, perfectamente compenetrado a lo largo de toda la saga. En el caso de esta primera película, gran parte de su éxito se debió a la frescura de su trama, que mezcla el género de zombis con la comedía más simpática.
Al poco de estallar la apocalípsis zombi, y tras darse cuenta de que la cosa va en serio, Shaun y Ed unen sus fuerzas para escapar de su casa e ir a buscar a la madre de Shaun y a Liz para garantizar su seguridad. Ello les obligará a tratar con infinidad de personajes en su camino, desde su estricto compañero de piso, Pete (Peter Sarafinowicz), hasta el «padre» de Shaun, Philip (Bill Nighy), sin olvidar a los tiquismiquis amigos de Liz, David (Dylan Moran) y Dianne (Lucy Davis). La astucia y un bate de críquet serán sus mejores aliados.
El universo de personajes alrededor de Shaun está específicamente diseñado para garantizar las risas y las situaciones cómicas. Entre ellos destaca indudablemente Ed, un vago redomado que se pasa los días tirado en el sofá jugando a la videoconsola y trapicheando con drogas, y la pareja de su madre, Philip, con un Bill Nighly que nunca decepciona en su faceta cómica. Hablamos de una comedia en estado puro, con un gag tras otro, al mismo tiempo que los personajes luchan por su supervivencia. Una huída hacia adelante capitaneada por Shaun, que ve como por primera vez tendrá que dar lo mejor de si mismo, no sólo para salvar su relación, sino su vida y la de los que más quiere.
Una comedia que está, sin duda, entre mis favoritas de siempre. Con mucho ritmo, no deja respiro y es sin duda una de las huídas más divertidas que verás en la gran pantalla. Si te gustan las películas de zombis, la ambientación y maquillaje hay que decir que no están nada mal tampoco, logrando un gran realismo. Dentro del gamberrismo reinante durante toda la película, me quedo también con la evolución del personaje de Shaun, de pasota a líder, y su sentido de la amistad. Nos vemos en el Winchester. Ve pidiéndome una pinta.
Podéis verla en Amazon Prime Video
¡La película que se ha montado! 